martes, 17 de febrero de 2015

POR LA SANIDAD PÚBLICA: APOYO A LOS TRABAJADORES DEL HOSPITAL DE TUDELA


Desde la Asamblea Municipal de Izquierdas-Corella Decide Erabaki, por nuestra visión favorable a una sanidad digna, pública y una atención adecuada para todas las personas y, en este caso, para todos los riberos y riberas, nos solidarizamos con la causa de la Plataforma Ribera en defensa de la Sanidad Pública. También mostramos nuestra solidaridad con todas las personas empleadas en el hospital de Tudela y que ante los servicios de los que el gobierno de UPN nos quiere privar en dicho hospital es muy posible que pierdan su puesto de trabajo. Por estos motivos pedimos al gobierno de Navarra que paralice el desmantelamiento del laboratorio y el traslado del 70 por ciento del servicio que dicho laboratorio presta a los ciudadanos y ciudadanas de la Ribera. Mostramos además nuestra sorpresa ante el rechazo del equipo de gobierno de UPN en bloque ante la moción de la plataforma, que la oposición sí defendió y que nada más y nada menos supone la defensa de una sanidad digna para todas las personas que viven en la zona de la Ribera Navarra y que dependemos de los servicios que nos ofrece el hospital de Tudela.
Nos sumamos así pues al apoyo que la actual oposición del ayuntamiento de Corella hace a esta moción.


MOCIÓN sobre el laboratorio del hospital


EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

En los últimos años se están acumulando numerosos problemas en el Hospital Reina Sofía de Tudela debido a los recortes adoptados por el Departamento de Salud del Gobierno de Navarra: más de dos años sin equipar y habilitar el nuevo edificio de quirófanos (incumpliendo las reiteradas promesas de solución), malas condiciones para los pacientes en el hospital de día oncológico (por el retraso del también anunciado traslado a la quinta planta), derivación de pacientes a centros privados de Pamplona para realizarse ecografías, mamografías, consultas de raquis, intervenciones quirúrgicas, etc por lista de espera o falta de disponibilidad (por averías) de los aparatos necesarios, ocasionando graves problemas sociales y económicos tanto a las personas afectadas, como a sus allegados.

En este contexto, se ha recibido en el Hospital y en la Ribera con enorme preocupación la noticia de que el Departamento de Salud iba a acometer en marzo el anunciado traslado a Pamplona de gran parte del Laboratorio del Hospital, en concreto del 70% de las analíticas que actualmente se realizan, las provenientes de todos los ambulatorios y centros de salud de la comarca.

Se trata de llevar a cabo una decisión tomada y anunciada en 2011, lo que ya suscitó entonces la oposición de gran parte de la sociedad ribera, que se tradujo en la recogida de 27.800 firmas, mociones aprobadas en la mayoría de los ayuntamientos riberos, una masiva manifestación en contra del traslado, etc. Fue una amplia contestación social frente a una decisión que, amparándose en razones de mayor ahorro y más calidad, se adoptó sin embargo antes de que el equipo técnico realizase su trabajo y pudiese justificar tan drástica medida.

Tres años más tarde, seguimos sin conocer ningún estudio o informe que acredite las razones aducidas por el Departamento de Salud, algo que acometerá por fin la Cámara de Comptos (según acuerdo unánime de la Junta de Portavoces de 7 de enero), como ya hizo con las cocinas hospitalarias, en las que demostró que con la privatización se había producido un aumento de costes en lugar de un ahorro. También en este caso cabe pensar que el coste de una analítica en Tudela pudiera ser más barato que con su ida y vuelta a Pamplona. Si a ello añadimos los 500.000 invertidos en la remodelación del Laboratorio de Tudela y el coste de la ubicación provisional del Laboratorio en Pamplona, no parece que estén muy claras las razones económicas de esta centralización. Se ha argumentado por parte de la consejería que la centralización de compras de materiales y reactivos generará un ahorro importante, lo cual  es una medida acertada, pero que no requiere la unificación de todos los laboratorios de Navarra para llevarse a cabo.

Pero el problema no es sólo de costes, sino también de calidad. Y el traslado a Pamplona del 70% de las analíticas producirá inevitablemente en muchos casos una demora en los tiempos de respuesta (además de los errores y repeticiones que se produzcan), lo que sin duda tendrá consecuencias negativas para la actuación clínica posterior. A ello hay que añadir la garantía de calidad, a través de la certificación ISO, que recibe periódicamente el Laboratorio del Hospital de Tudela. ¿Dónde está la mejora de la calidad, en un servicio que ya la tiene contrastada, que resulta muy cercano a los profesionales, y del que los riberos estamos satisfechos?

            No está claro, por tanto, que con el traslado se consiga un ahorro de costes ni una mejora de la calidad, pero sí que se producirían despidos laborales (o no renovación de contratos), en una comarca que tiene el triste honor de ser la que soporta más paro de toda Navarra. Se reduciría con ello, además, empleo cualificado y dotación tecnológica, cuya escasa dimensión en la Ribera es precisamente una de nuestras debilidades estructurales, tal como vienen poniendo de manifiesto los sucesivos estudios que se hacen sobre este tema.

El desmantelamiento funcional del Laboratorio que se ha anunciado (junto a los demás problemas del Hospital antes mencionados) hay que sumarlo a los sucesivos recortes en los servicios públicos que viene sufriendo la Ribera durante los últimos años (Conservatorio, Autobús de la Vida, Colegios, Transporte Urbano, Cultura, etc.), lo que contribuye sin duda a agrandar la brecha territorial que se está produciendo entre el centro-norte y el sur de Navarra.

            Resulta paradójico comprobar lo que está ocurriendo cuando en la Estrategia Territorial de Navarra, aprobada en 2007, se manifestaba la voluntad de localizar en la zona de Tudela servicios pertenecientes a una gama de rango superior a los que su peso actual aconsejaría, con el objeto de incrementar la centralidad de Tudela para que pueda convertirse en el núcleo de referencia del Valle del Ebro. Justo lo contrario de lo que la Administración viene haciendo en los últimos años.

Por todas estas razones, la PLATAFORMA RIBERA EN DEFENSA DE LA SANIDAD PÚBLICA solicita a los diferentes grupos políticos con representación municipal que defiendan y aprueben en Pleno los siguientes puntos:


1.   El Ayuntamiento de Corella considera necesario que se acometan ya las inversiones necesarias para solucionar las carencias pendientes del Hospital Reina Sofía: equipar el nuevo edificio de quirófanos, habilitar la quinta planta para hospital de día oncológico, dotarle de los recursos técnicos y/o humanos para poder realizar todas las ecografías, mamografías, etc.

2.   El Ayuntamiento de Corella considera fundamental que todas las analíticas de los centros de salud y ambulatorios de la Ribera sigan realizándose en el Laboratorio del Hospital Reina Sofía, que tiene claramente demostrada su calidad y eficiencia, pues su traslado a Pamplona pondría en riesgo el actual grado de rapidez y calidad de los resultados.

3.   El Ayuntamiento de Corella considera que la centralización de todos los Laboratorios en Pamplona, reduciendo el del Reina Sofía al 30% de su actividad, supondría una pérdida de empleos cualificados y de tecnología sanitaria que contribuiría a agravar el déficit de servicios públicos en la Ribera, ahondando la preocupante brecha territorial y social que sufre actualmente el sur de Navarra.

4.   El Ayuntamiento de Corella enviará estos acuerdos al Hospital Reina Sofía (dirección y comité de personal), a los Centros de Salud, Ambulatorios y Ayuntamientos de la Ribera, al Departamento de Salud y a los Grupos Parlamentarios, así como a los medios de comunicación.





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